martes, 17 de enero de 2012

I Liguilla Tripulación Reducida - Club de Vela Puerto Andratx – 14 de enero de 2012


Regatas en es Port d'Andraitx, siempre por el Trovador Monzani.
Segunda prueba

Foto: Xavier Sansó.


 Hace un mes, en diciembre, hubo que suspender la segunda prueba de la Liguilla de Tripulación Reducida, por causa de la violencia del Mistral que asolaba nuestra costa. Hoy, a duras penas habrá viento, dicen los gurús del tiempo. El cielo, algo brumoso encima de un mar raso. Me reúno con mi joven compañero Rafael, puntualmente a las nueve y media de la mañana. Está todo listo, aunque algun detalle siempre queda en el aire. Su hermano Pep le acompaña: más joven aún, apuesto, casi tan alto y patrón en la clase Cadete en el equipo de regatas del Club de Vela. En su mirada, la pasión por el mar y la competición: quedamos en salir de regatas en crucero un día de estos. Los chavales apuntan lejos, más aun fomentando su afición, tutelando sus necesidades y finalmente ampliando sus perspectivas, abriéndoles camino a las categorías mayores.

Nos hacemos a la mar, a dos. Hay viento, de Tramontana. Allí está, parece incluso que quiere arreciar. La salida no se hace esperar. Rápidamente el Comité coloca la línea de salida, con un  viento estable y bonancible, además de frío. La calima sigue reinando en el horizonte y en las cumbres rocosas. En el Galatzó y la Mola de s’Esclop, las nubes se retuercen y se disipan alrededor de ellas. Bajan como nubes de condensación, humeantes por las laderas y acantilados. Mayor izada y genoa ligero preparado en cubierta.
Al arriar el aplazamiento y dar la señal de atención, quedando diez minutos, nos planteamos si sacar a cubierta el genoa pesado. Si sube la intensidad, tendremos demasiado trapo arriba, además de una vela con gramaje demasiado ligero. A dos, el contrapeso en la banda es inexistente: el barco se hace blando, escora más, deriva y navega muy diferente, además de ser sustancialmente más ligero. Es muy importante encontrar el equilibrio vélico adecuado. Con la señal de preparación, a falta de cinco minutos, ya corríamos la línea con todo el trapo arriba, de momento, bastante cómodos.

Once y diecisiete minutos: señal de salida a rumbo directo, para recorrido Eco, Isla Mitjana e Isla Dragonera por babor y vuelta. Larga línea y salida sin complicaciones. Las tripulaciones reducidas, difícilmente se complican la vida con maniobras comprometidas. Mejor ser algo conservadores, tener velocidad y encontrar el hueco adecuado. Parece fácil. No lo es tanto. Nosotros a barlovento, pegados a Comité, dejando camino al The Italian Job III, para salirnos de su imponente desvente con aire limpio. Más a sotavento con esta medida, Fehurihi, Gruñon, Bulla-Cobra, S’Avenc, Bachibuzuk, Ana María, por nombrar los más visibles desde mi banda. Todos amurados a estribor, ciñendo con rachas de diez nudos, a todo trapo y mar rizada, rumbo hacia noroeste: un largo bordo esperando el role y el momento favorable para acercarse a tierra nuevamente. Fehurihi el primero a probar suerte, aunque poco tiempo, al virar nuevamente, encima de Ses Nines y el Andrea-Otis. Por sotavento nadie lanzaba la primera piedra. Siguiendo los pequeños cambios, pasada la Punta Galinda, debajo del Puig Blanc, antes de llegar al islote Pantaleu, rozando las piedras, para ganar hasta el último metro, rozando los veriles de nuestro calado… por un momento sentí el impulso de meterme en la pequeña ensenada de Sant Elm, tras la isla, lugar “prohibido” y sin calado… el color del mar, la transparencia de las aguas y la arena de la costa me atrajeron, llegaron como a hipnotizarme o algo parecido…
¿Se puede pedir más?
Uno de los grandes, el Ropit IV: vimos el laminado de sus velas en destellos fulgurantes, con todo el mundo en la banda… ¡y pensábamos que estaba en regata! No. No con tanta gente. Estaba entrenando y estrenando velas recién llegadas de Italia, al menos la mayor de cabeza cuadrada.
Virada tras virada, al envite del viento, ganamos muchos metros y cruzamos la proa a varios, atesorando esloras y acercando nuestra roda muy de cerca a S’Avenc y los demás. The Italian Job III desaparecía tras el Cap de Tramontana, el primero, cuando nos percatábamos de que Ana María, Gruñón y Bachibuzuk, dejaban la Isla Mitjana por estribor, motivo por el cual enarbolamos la protesta, al incumplir la regla 28.1 a del Reglamento de Regatas a Vela: Un barco deberá salir, dejar cada baliza por la banda prescrita en el orden correcto y terminar, de modo que un hilo que representara su trayectoria después de salir y hasta terminar, al tensarlo…
a… pase cada baliza (en este caso isla) por la banda prescrita.
Por detrás, alguno más no respetó esta regla, aunque sin poderlo identificar con claridad.
Foto: Xavier Sansó

En el pequeño tramo para librar el Norte de la isla, el mar crecía desordenado, agitando la cubierta, el equilibrio y las maniobras. Spi arriba para bajar cerca de los acantilados, navegando muy profundos, bajo la Punta dels Ocells, volando en el mar azul oscuro, con reflejos de añil y alguna cresta de espuma blanca, en el momento de mayor intensidad de la regata, perpetuando momentos únicos y sentidos, emotivamente un recuerdo tuve que describir, algo con lo que emocionarme… mi buen perro Alpha, que muchos de vosotros regata tras regata conocisteis en el pantalán y en la cubierta del barco, yace para siempre en este mar…, siempre estará cerca.

De los antojos de Tramontana a Llebeitg, imprevisible camino a recortar, de cerca o de lejos, al viento cortante, frío y más denso, imprevisible, indómito. S’Avenc siguiendo un rumbo más cerrado al viento con su asimétrico azul y blanco, aguantándolo y escapando…  nosotros literalmente respirando los rociones de su estela, pero ya sufriendo con el spi ligero… arriada, maniobra complicada en proa tras la trasluchada y apuntando a la llegada con dificultad. Fehurihi más alejado y Bulla-Cobra más todavía, intentando volar un spi sin tangón, uno de aquellos que no llegaría a tiempo para la regata.

Al cruzar la línea, la bandera roja en el stay popel. A falta de convocar audiencia y dictaminar resolución, Ana María, protestado, de Jose Juan Torres, cruza la línea ganador.
S’Avenc, de Toni Marqués y Tiá Rotger segundo clasificado, presentando su firme candidatura a los puestos de honor. Macarella, con Rafael Bosch y quien os escribe, derrotado en el “sprint” final, por un minuto y algún segundo más, completa el podio. Enhorabuena amigos.
Foto Xavier Sansó                           Toni!!! y esa defensa?

Aunque del Norte nuevamente, aquella “Tremuntana”, descrita por Ramón Llull, nos ha permitido completar la segunda prueba de esta magnifica Liguilla de Tripulación Reducida. Ahora habrá que esperar al mes de Abril, para disputar la próxima, pues llegan en febrero, las pruebas ilustres del Club de Vela, el Trofeo Aquiles de Vita y el Trofeo Dos Islas, uno tras otro. Serán regatas intensas, competitivas, excitantes y seguramente frías; además sobrarán manos a bordo.

¿Qué apostáis?




Luca Monzani

No hay comentarios:

Publicar un comentario