martes, 8 de mayo de 2012

Trofeo 150 Millas a Dos

Luca Monzani, desde el Fehurihi.

La Rápita, 4,5 y 6 de Mayo de 2012

La Rápita – Isla del Aire – La Rápita
 

 Una ocre calima en el horizonte acompaña al Lebeche reinante en esta salida de la 150 millas a dos del Club Náutico de La Rápita. Las tripulaciones “reducidas” más fuertes del panorama balear están buscando el mejor hueco en una línea de salida colocada al viento del suroeste fresquito. Bajo las quillas, el mar azul cerúleo  intensamente bañado de cian, muestra su extraordinaria belleza en este litoral. La cubierta de los veleros brilla bajo un intenso sol de primavera y las regalas hincan su curva en el seno de las olas. Una nueva edición de esta regata pone rumbo a Menorca, tras un desmarque dejado por babor a 0,7 millas al 235º. Petrouschka, Yabadaba Too, Two Much, Tearal, Pinyol Vermell, Blaumarina, Fehurihi, Estela en este orden abren sus escotas primero para librar Cabo Salinas luego izando los spis en una espectacular empopada hacia la Isla del Aire… primero blancos, luego negro, luego rojos, las velas hinchadas al viento empujan con fuerza a la flota que tarda menos de diez horas en llegar a rodear la pequeña isla frente a Punta Prima de San Lluís, en la costa sudeste de la isla minorica, justo antes del ocaso. Con rachas de viento frescachón de hasta treinta nudos, a bordo del pequeño “Fehurihi” azul, a menudo superábamos puntas de trece nudos montados en olas cada vez más grandes y espumosas.  Emocionante, intensa y concentrada navegación, a momentos salvaje, ponía a dura prueba el aguante del material… varias velas volaron a bordo de algunos, desgarradas sin más. Pudimos aguantar, incluso rizar la mayor en las proximidades de Menorca en vista de lo que nos esperaba al rumbo contrario. El parte meteorológico cumplía sus pronósticos y afortunadamente también en la bajada prevista al anochecer… de lo contrario en estas mismas condiciones, la remontada hacia Mallorca habría de ser mucho más dura, lenta y mojada

Petrouschka vira el primero, seguido de Two Much y Yabadaba Too. Nos encontramos con ellos amurados a distintas bandas a pocas millas de la marca. Queda el saludo cordial que nos brindan al paso.
“Los faros dan un mensaje que brilla por encima de los otros. Tienen la fuerza y la magia de la luz para hacerlo”. Con el haz de luz del faro brillando sobre nuestras blancas velas, ya arriado el rojo spi, recordé las claves del entendimiento humano expresadas en el libro de Ferran R. Cortés “La isla de los cinco faros” que es así como define el escritor a la menor de Mallorca… Navegar a dos es compartir, sobretodo en los cambios de guardia, cosa que es intrínseca de la camaradería, de la navegación y de la regata… momentos que se describen milla tras milla… todo se hace tranquilamente, todo se hace en voz baja, todo se hace al ritmo de pocas manos, con templanza y respeto del otro, determinación… estamos compitiendo. Aquellos que lo hacen así, creo acaban bien en tierra. La maniobra la hacemos rápida, al corto socaire de la costa, dejándola por estribor en mar llana. Al desvanecer las últimas luces del día, viramos hacia la isla mayor, rumbo 275º, de ceñida varios grados arriba y abajo, al ritmo de las grandes olas que hemos de remontar y amurados a babor. Somos los de menor eslora y seguimos a los demás, ya solos. No vemos más que las luces al través nuestro de Binibeca, Porté, Santa Galdana, Artrutx. Estela nos sigue, tras romper su spi a nuestra popa unas pocas horas antes.
El viento ya no sube por encima de los dieciocho nudos, la noche está despejada y la luna creciente casi llena, grandiosa, fulgurante. Contemplo mi sombra en la banda contraria, veo las velas con detalle y a pocas millas al este de Capdepera, empezamos a maniobrar. La primera de veinticuatro viradas para remontar toda la costa de Levante hasta Salinas nuevamente. Aunque rolando a Sur y bajando en intensidad, el cálido y húmedo Lebeche, algo más fuerte alejado de costa, no dejó de soplar durante toda la nublada mañana. Al mediodía sería soleado. Bordada tras bordada, la costa desfila al través de nuestras amuras y aletas: Cala Ratjada, Canyamel, Punta Amer, Porto Cristo, Calas de Mallorca, Porto Colom, Porto Petro, Cala Mármols, aproximándonos a las piedras casi tocándolas, para virar y alejarnos un poco y virar nuevamente… aprovechando cada recogida y cada racha. Amurados a estribor la navegación se hacía más difícil por la ola del sur corta y alta.
Tres de la tarde: es Trenc por estribor y la escollera del Club Náutico de la Rápita en proa. Cojo la radio, canal 6 y llamo al Comité: nos esperan. Poco después nos dan la señal de llegada entre Optimist y Láser de la escuela de vela navegando en frente de la playa. Carlos y yo nos abrazamos con júbilo tras poco más de veintiocho horas de navegación.
Con una entrañable acogida en el Club y en la cantina, llega el responso del ORC, de los cálculos de rating y de los tiempos compensados:
Petrouschka de Jaume Binimelis del Real Club Náutico de Palma, primer clasificado. Fehurihi de Carlos Ros y Luca Monzani del Club de Vela del Puerto de Andratx, a poco más de dieciséis minutos segundo y a otro minuto y poco más, el Two Much de Eduardo Horrach y Nacho Postigo, del Real Club Náutico de Palma, que cierra este trabajado podio.
Se nubla la tarde y llueve. El barco ya recogido. El viento arrecia de nuevo. Una nueva 150 millas a Dos concluye. Una bella aventura, un maravilloso recuerdo y una gran regata

Luca Monzani.

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