miércoles, 20 de febrero de 2013

XXXVII Trofeo Aquiles de Vita. Club de Vela Puerto de Andratx – 16 y 17 de febrero de 2013


La principal regata costera del Club de Vela la ganaron el Nadir de Pedro Vaquer en clases 1 y 2, y el Bachibuzuk 1 de Pep Lluis Homar.
 El próximo fín de semana, la gran ragata Offshore de Andraitx, el Dos Islas, con recorrido a Tagomago y vuelta.

Sigue la crónica de Luca para el Rincón del Navegante.

 Sábado

 Hay algo especial durante el mes de febrero en el Club de Vela que estimula los ánimos de quienes competimos. No sé bien cómo describir la pletórica sensación que siento preparando el barco para la regata más antigua de nuestro puerto: treinta y seis ediciones son muchas para un trofeo que tiene sabor añejo y de muchas generaciones curtidas por el viento, el mar y el frío del invierno. De muchos años que describen la historia de nuestros pantalanes y que dejan un poso difícil de ignorar. Me hago portavoz de tantos compañeros que como yo sienten cuanto cuento en tierra y disfruto en el mar.
Barco al agua, maniobra en cubierta y a sentir el aire… ese algo que sólo allí en medio del gran mar azul y con las velas desplegadas se consigue vivir y que muchas veces mejor que allí perdure. Ahora sin embargo, quiero contar y brindarle a este trofeo Aquiles de Vita, lo que me da al soltar amarras para competir.

Vientos del Sur rolando a lo largo del día de Xaloc a Embat, sol y mar llana… desde por la mañana y hasta casi entrada la noche, cuando todavía cruzaban la línea de llegada las últimas embarcaciones, fueron éstas condiciones excepcionales para la numerosa flota aquí reunida: veintinueve inscritos y muchos más navegando dan una idea del escenario en la línea del horizonte del Puerto Andratx, convirtiéndose éste en argumento sólido para definir la expectación, la fuerza y el entusiasmo que reúne la prueba.

Con un sureste de flojo a bonancible del 160º se daba la salida a los mayores clase 1/2  seguidos poco después por la clase 3/4 rumbo al Islote del Toro. Una larga, intensa y tácticamente compleja ceñida: tenemos que librar nuestros cabos pegados a tierra, la Mola, Llamp hasta Andritxol, virar y alejarnos de la costa hasta el role, que llegó al limite del 220º, volver a virar amurados a estribor y montar la baliza a doscientos metros al sur del ya mencionado islote. Así es la ceñida de manual, la perfecta táctica ahora analizada sentados alrededor de una mesa cenando al son de bordos, viradas, izadas, arriadas y protestas. Aquellos que eligieron arrumbar entre cabos cercanos a la costa rozando las islas Malgrats y luego navegando por el Banc d’Eivissa, lo pagaron muy caro; con grandes dosis de intuición los que navegaron en el piélago acertaron rotundamente y triunfaron, al menos en la primera parte de la regata… Luego llegaría una aún más larga empopada para la clase mayor hasta el Cabo Llebeitg de la isla Dragonera que sería más corta para nosotros los “pequeños”, cruzando la línea de llegada tras La Mola.

Agasajados por el Club, en la escuela de vela cenábamos felicitando a los vencedores respectivamente de su clase  Ropit IV y Calabruix, a los segundos Mestral Fast y Macarella y a los terceros Nadir V y Bachibuzuk, lamentando un DNF (siglas que en inglés significan “no terminó”) del The Italian Job III y Container MYC – One: una protesta contra el Comité de regatas acerca de la forma de cruzar la línea de llegada tras el rumbo marcado en el último tramo del recorrido quedaba pendiente de resolución… Al amanecer de un nuevo día de regatas, ya domingo, el segundo de éstos se alzaría nuevamente con la victoria.  

Domingo

Los vientos del Sur suelen traer en esta época nubes y chubascos, así que lo que fué ayer hoy empeoró moderadamente, amaneciendo el cielo en una fría escala de grises, desapareciendo el sol y aumentando la intensidad del viento hasta una intensidad bonancible. Primero de Levante con este último rolando a la derecha con una mar rizada  de un plúmbeo encrespado, se fondeaba un desmarque al 110º.

Los “grandes” saldrían a rumbo directo para librar nuevamente La Mola y seguir hasta el Islote del Toro… Se revivía la situación antes descrita para el sábado, aunque saliendo una hora antes y con una temperatura algo inferior.  Posiblemente no satisfará a todos de la misma manera debiendo pues, encajar con exactitud los modelos meteorológicos. No hay que olvidar que es harto difícil calcular al milímetro las pautas que seguirá el viento y muy árduo hacerlo a sotavento de una heterogénea orografía.
Los “pequeños” saldríamos hacia el gran cabo, montaríamos una baliza y arrumbaríamos al noroeste hacia la isla Mitjana para virarla dejándola por babor, costeando la isla Dragonera hasta Cabo Llebeitg para regresar hacia el Morro de’n Domingo.

Unos mirando al lado opuesto de los otros me impiden hacer literatura de cuanto ocurrió en la clase 1/2 más allá de cuanto mis queridos amigos armadores y tripulantes pudieron contarme. Es apasionante escuchar la versión de todos ellos y luego resumir en pocas letras el conjunto de éstas haciéndose una idea…  imaginándolas. .Al fin y al cabo escribir es imaginar a la vez que describir… incluso sueño con aquello que quiero transmitir y compartir. Una vez en tierra, todo  se resume en unos hechos intensamente vividos como si por un instante breve de nuestras vidas, sólo importara eso… y es así. Claro está que no es igual para todos ni las cosas tampoco se ven igual desde la singularidad de cada barco. Una emocionante salida, de aquellas de alto voltaje y con mucho en juego, reeditando grandes duelos. Pugnas vivas cuanto justas en medio del mar y al filo del contacto: Cremise en barlovento amurado a babor cruzando la proa a Bulla antes de virar sobre Bachibuzuk y cayendo a popa del Macarella amurado a estribor y con derecho de paso pero desventado por éste último, cayendo todos a sotavento intentando montar una baliza que ya parecía una barrera insuperable… un suspiro milimétrico, una intensa maniobra y una tripulación a la altura de las circunstancias. ¡Nada más que añadir!  Las izadas de spi se sucedían acompasadas por intensas rachas corriendo al largo de Cap Falcó, de Punta Galinda, es Pantaleu trasluchando en Mitjana y rozando la cara sur de la traconaria. Bachibuzuk conseguía imponer su eslora sobre Cremise, Bulla, Macarella, Tren Expresso… Y luego llegó la ceñida, el último tramo de intenso desafío hasta la llegada, donde el Comité daba las llegadas en el frenesí de al menos cinco barcos que peleaban por adjudicarse este prestigioso trofeo. Los grandes empezaban a asomar por la costa con sus “spis” arriba… pude ver al Nadir V adelantando al The Italian Job III pocos metros antes de la llegada en lo que parecía una memorable actuación.
En tierra llegaron los polémicos resultados para los que compitieron o simplemente navegaron sin ser clasificados, o sencillamente por justa jurisprudencia aplicada a una lícita protesta de la mano de una honrada respuesta de nuestro Comité de regatas, intachable en su conducta y actuación.

Nadir V y Cremise vencían en sus respectivas clases en el día de hoy. Segundos serían Meltemi y Bachibuzuk. Terceros Mestral Fast y Macarella.

Ganadores del XXXVII Trofeo Aquiles de Vita serían en la clase 1/2 el Nadir V de Pedro Vaquer y en la clase 3/4 el Bachibuzuk de Pep Lluís Homar, este último empatado a puntos con el Macarella de de la Cruz&Pessarrodona: una vez más el uno tan cerca del otro ¡y continuará! Ropit IV de Matías Enseñat conseguía una segunda plaza y Mestral Fast, de Morell&Manresa del Real Club Náutico de Palma junto con Cremise de Tián Palmer cerraban el podio de sus respectivas clases.

Termino esta crónica como la empecé tras haber disfrutado una nueva edición de esta regata. En el aire sigo respirando ese algo que sólo allí en medio del gran mar azul y con las velas desplegadas me acontece… ¡y lo seguiré haciendo!

 Luca Monzani

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