Larga empopada hasta el islote del Toro |
La proa desaparece, luego asoma gallarda, como inquiriendo al aire, para caer nuevamente, estrellándose sobre la siguiente ola, que sobreviene indolente estallando en espumosos rociones. Corren por el canto de la roda curva y prominente, las lágrimas de un mar que, recorriendo las amuras y la cubierta, sucumbe a la merced del movimiento, del aire y de las formas del casco hasta posarse sobre la blanca estela tras la popa. Con mares embravecidos llegó el invierno. Ahora luce un sol espléndido sobre las cerúleas aguas del Puerto de Andratx donde todavía se siente el oleaje de pasadas tempestades y una fuerte corriente del sur, aun cuando el viento amainara la noche anterior.
Cumpliéndose el ciclo de las estaciones con sus singularidades y compitiendo en la cuarta prueba de la Liguilla Dos Estaciones, los veleros largan sus amarras, que en el día de ayer no pudieron soltar por las inclemencias del tiempo, para izar nuevamente sus velas y fluir sobre la superficie del mar, remontando sus crestas, negociando su cambiante naturaleza y poniendo rumbo a alguna baliza o accidente geográfico.
Batman Lucas arriando el Spi |
¿A un lado o al otro? Una milla más a barlovento o quizás a sotavento, podría marcar la diferencia frente a los caprichos de la azarosa corriente, de una creciente ola o el revuelto y retorcido socaire de la isla. ¿Quién sabe...? Después de virar una boya de desmarque al 300º a siete cables de distancia de la salida, se izarían los spis amurados a estribor y que, henchidos de fresca brisa, harían de la empopada una rápida y espectacular singladura. Alejados de la costa habrían de trasluchar para virar el islote y a partir de éste, la ceñida de regreso sería algo más difícil, en contra de las olas y de la corriente, sobretodo en el primer tramo más cercano a las islas Malgrats, donde los velámenes se encapricharían volando en contra de sus hechuras y sacudiendo las jarcias. Unos, buscarían cerca de tierra la mejor manera de remontar rozando todos y cada uno de los abruptos importantes del litoral: Malgrats, Andritxol, Llamp y la Mola. Otros, se alejarían primero hacia el mar abierto para luego mantener la distancia a cada bordo hacia tierra.
Empezando la larga cenida de vuelta a Andraitx |
A ratos el viento supero los 20 nudos |
Sigue la Liguilla, emocionante, con sus pequeñas y grandes historias, siempre marinera y como siempre protagonista del devenir de las estaciones y lugar de encuentro de una genuina afición. En medio del mar pude saludar a Nacho Postigo, nuevamente a bordo de un Mini Transat, el “Fast Felson” de nuestro Pepe Enseñat: de las grandes distancias y de hazañas oceánicas a este domingo cualquiera en las cerúleas aguas de Mallorca y es que, en el mar, no importa dónde y con quién, siempre hay una aventura que contar…
Feliz año a todos.
Luca Monzani - Mavromatty
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