miércoles, 23 de noviembre de 2011

XV Liguilla Dos Estaciones – Club de Vela Puerto Andratx – 20 de Noviembre de 2011

XV Liguilla Dos Estaciones – Club de Vela Puerto Andratx – 20 de Noviembre de 2011

Tercera prueba

Durante el apogeo de las Leónidas, la lluvia de meteoros que se repite cada año en el firmamento en estos días de noviembre, en las aguas del Puerto de Andratx, hoy, otro cuadro de maravilloso otoño queda dibujado a nivel del mar: una regata para el recuerdo.

Viento de Levante, tirando a la derecha a estesureste con gestos de Xaloc.

Poco después de las once, salida de los grandes a rumbo directo, en el recorrido Delta: Isla del Toro, Punta del Castillo en la bahía de Santa Ponsa y regreso.

Bajo la influencia de La Mola, la línea de salida quedaba expuesta a roles y rachas impredecibles. Observado desde fuera cual espectador privilegiado y a la espera de turno, al tocar la señal de último minuto antes de la salida, la mayoría de flota quedaba cercana al Comité, amurada a estribor y muy alejada de la línea de salida. ¿Culpa de una repentina rolada de treinta grados a la izquierda? ¿O sencillamente y peregrinamente estaban todos en retraso? Lo cierto es que el primero en cruzar la salida, Ropit IV con The Italian Job III virando hacía mar abierto encima de él, tardó bastante, el último mucho más. Desconcertante. La vista espectacular. Un contraluz de altos mástiles y velas cazadas a matar, cascos escorados rompiendo sus rodas contra el agua en el seno de las olas, lanzando al aire rociones y espuma blanca.


Casi las once y media. Salida de los pequeños, también a rumbo directo hacia el Toro, pero recorrido Bravo, ida y vuelta al islote “nada más”.

Más pequeños y más numerosos, todo el procedimiento se hizo mucho más cercano a la línea, muy peleado y muy intenso. A rumbo directo con este Levante, significa intentar salir amurados a babor y lo más a barlovento posible, buscando viento limpio. Así pues, la pugna estaba en la boya, claramente favorecida. Unos corriendo rápidamente la línea amurados a estribor, esperando al último momento para virar sobre la línea, cerca de boya; otros tomando posiciones más alejados perpendiculares a la misma, para cruzar amurados a babor directamente, con arrancada pero sin preferencia de paso respecto a los primeros.

A buen seguro, estampa igualmente bella la nuestra, aunque ya no de espectador. Desde el Macarella la pugna fue durísima con Always, Andiria y Fehurihi, este último maniobrando sobre la boya hábilmente y aprovechando estribor hasta el fondo, obligándonos a caer por su popa y quedando a sotavento de la proa de Always, Andiria alcanzando tras ambos y Plume, un lobo con piel de cordero, con la mejor de las afecciones, defendiendo su posición a sotavento nuestro y a barlovento de Bulla-Cobra. El resto más conservador repartidos por la línea hacia sotavento y detrás de los primeros, a barlovento.

Mas allá de los roles y las rachas a veces fuertes, librar el cabo de La Mola fue franco. La lucha realmente estaba en conseguir posicionarse rumbo de ceñida con aire limpio. A veces forzando el ángulo, otras dando camino al barco, cayendo algo a sotavento, más arriba más abajo y sin perder de vista el horizonte, divisando aquello que hacían los grandes. Al menos en este primer tramo hacíamos el mismo recorrido y las indicaciones en el horizonte muy valiosas. Valorar la regata desde la clase 3 y 4, saliendo casi veinte minutos más tarde y con un recorrido distinto se hace difícil, sobretodo contarlo. Igualmente unas pinceladas se pueden dar. Después de la regata, en los pantalanes y mucho mejor, con un buen arroz Brut en La Cantina, siempre hay ocasión de escuchar a los protagonistas, que lo son todos y tomar buena nota. A grandes líneas y sin sorpresas, la eslora marca la cadencia de las pruebas y en esta ocasión y con viento constante tanto en intensidad como en dirección no ha sido excepción. Un larguísimo bordo casi hasta el “layline” (aquella línea imaginaria que lleva directamente a la marca) con la boya situada a doscientos metros al suroeste del islote del Toro. Con un viento que en la aproximación guiñaba un poco al 110º casi de Xaloc y con el mar que crecía, algunos optaban por virar hacia tierra apuntando a Punta Prima de Puerto Adriano, seguramente esperando un role a la derecha mayor, que no llegó en ningún momento. The Italian Job III, Nadir V, Meltemi marcado siempre de cerca por Ropit IV, Gruñon, Banff, Margarita estalindalamar, en este orden fueron izando los spis amurados a estribor y acercándose a tierra en este tramo algo más táctico en la aproximación a las islas Malgrats, para luego orzar hacia el Morro d’en Grosser, entrando ya en la bahía de Santa Ponsa.

Mientras tanto, en la estela de los grandes, tras un largo bordo midiendo distancias barlovento – sotavento y velocidades, a la altura del Cabo Andritxol, algunos optaban por virar hacia tierra, el primero de ellos Bulla-Cobra, seguido de Cremise, Always y Bachibuzuk, buscando una vez más ese role que nunca llegaría..

Fehurihi conseguía mantener el pulso con nosotros, algo faltos de potencia al pasar la ola. Las condiciones para nosotros estaban justo entre el foque y el genoa pesado. Optamos por el primero, pero en ocasiones echaba en falta algo más de trapo. A cuentas hechas no fue tan mal, considerando que el “tiburón ballena” estaba timoneado por Christian Fornés de Quantum Sails. Andiria muy cómodo con este viento y con quien manteníamos la distancia razonablemente, fue el último en virar, haciendo un solo bordo en toda la ceñida, justo en el “layline”. Tácticamente salió perfecto. En el Toro montó la baliza el primero y destacado, izando spi hacia un nuevo triunfo.

Bulla y Cremise pagaron muy caro el temprano bordo a tierra. Por atrás, pero no menos competitivos y acechando a los mayores en tiempo compensado, marcándose los unos a los otros: el nórdico Liv, de Soren Grinsted, Binifat de Antonio M. Bennassar, Subarashi de Jaume Llabrés, el queche Josefine, de Tomas Garcia; un inspirado Javier Muñoz y su Calabruix; Es Coto de Javier Villagas; Plume, de Jean Louis du Jardin, Andrea-Otis, de Raul Muñoz, asimilando ser cada vez más ambicioso y competitivo; mi vecino polaco de estribor, Arco Iris de “Mirek” Mirolslav Gorski.

Aina, de Jesus Diaz, Blau Vent, de Alejandro Riera León, con sus 21 pies ahora el mas pequeño de la flota; Aeolus, de Toni Marques, mi otro vecino, el de babor, estrenándose en esto de las regatas con su familia y que no hay que confundir con el otro Toni Marques, su experimentado primo, buen amigo, trimmer de mayor en el Bulla, armador de s’Avenc y miembro destacado del entrañable “Ensaimada Power Sailing Team”, del cual me complace pertenecer.

Calyxa, de Jorge Roel cerraba el telón de nuestra numerosa flota, que merece la pena ir destacando por la afición que desarrolla en nuestro club más allá de las prestaciones recibidas. Reunir a la familia, a los amigos, conocidos o lo que sea, para salir de regatas no es tarea tan fácil. Tener el barco en unas mínimas condiciones para navegar, tampoco, puedo asegurarlo.

Los más rápidos de la clase 1 y 2 iban asomando pegados a Cabo Andritxol con spi, esta vez amurados a babor, después de trasluchar en la baliza de la Punta del Castillo. Mientras, los primeros de nuestra clase seguíamos amurados a estribor, coincidiendo ambas flotas en la proximidad de la línea de llegada, último escollo antes de concluir esta gran prueba. Al igual que al principio, durante la salida, bajo la influencia nuevamente de la Mola, la llegada se mostraba insidiosa, con roles bruscos de hasta treinta grados y violentas ráfagas. Con el spi arriba, el viento nos tumbó en tres ocasiones sin control, a pocos metros del final.

El Sol seguía luciendo y el viento se mantenía a lo largo de toda la tarde.

Arroz brut, La Cantina y las notas: las de la regata para contarla y ahora la clasificación. Clases 1 y 2: Nadir V, de Pedro Vaquer, primero. Meltemi, de Holger Dieckmann, segundo. Ropit IV, de Matias Enseñat, tercero a poco más de un minuto y medio. Después de tres pruebas, la clasificación general mantiene el mismo orden, aunque los primeros dos están separados de un solo punto, el tercero algo destacado e insidiado de cerca por Windancer, de Beil Werner.

Clases 3 y 4: Andiria, de Tomeu Ozonas, primero. Fehurihi, de Carlos Ros, segundo. Always, de Mateo Ferrer, tercero.

Igualmente con tres pruebas disputadas, Andiria lidera con autoridad la clasificación general, con tres primeros puestos consecutivos, seguido de Fehurihi, consolidando su brillante comienzo de temporada; Macarella estrenando nuevos colores, dedicados a las artes graficas y al club de los coches clásicos, Loracar y Mallorca Driving, cerrando el podio provisional de esta vivísima XV Liguilla Dos Estaciones.

De noche, miro al cielo en busca de algún meteoro leónida: si pudiera ver uno y seguir su verde estela pediría un deseo… pero eso ya no se debe contar.

Enhorabuena Club de Vela. Enhorabuena regatistas.









Luca Monzani

No hay comentarios:

Publicar un comentario