miércoles, 23 de octubre de 2013

Port d'Andraitx, Liguilla dos estaciones. Primera prueba con mucha participación.

Club de Vela Puerto Andratx – XVII Liguilla Dos Estaciones – 20 de octubre de 2013
Trofeos obra de Luca Monzani.

Una intensa calina oculta el horizonte tras la Mola y el faro del puerto. Las mojadas cubiertas de las embarcaciones brillan bajo un deslucido cielo en el que las aves migratorias parecen volar ambiguamente apuntando hacia latitudes más cálidas, cuando siendo otoño hace todavía calor. El calendario no engaña y es hoy cuando empieza una nueva edición de la Liguilla Dos Estaciones, la decimoséptima. El Club de Vela lleva varios lustros intensamente comprometido con esta regata social que con cada lance crece, vive y emociona… La ilusión por competir al despedir el verano y con él deshacerse de todos aquellos pesados bártulos de crucero que tanto han formado parte del ajuar de nuestros veleros, es parte del juego en el que a partir de ahora y hasta mayo, nosotros los regatistas, seremos protagonistas en los pantalanes, en la explanada, en la cafetería, en la cantina… ¡y en el mar!

Soltamos amarras.

La mayor recién izada apenas halla su forma en la débil brisa, al igual que lo hace el genoa cuando empieza a rizarse tímidamente la superficie del mar bajo una nómada racha de aire.  
Poco después de las doce del mediodía y tras una hora de espera, se daba la primera salida a  la clase 1/2 con un recorrido de poco más de trece millas náuticas, que les conduciría al islote del Toro para luego regresar al través de la Mola, con un viento del sureste de seis nudos de intensidad que a lo largo del día no llegaría a pasar de allí.

Un cuarto de hora más tarde saldría la clase 3/4 con otro recorrido, acortado, siendo una boya al viento la que tendría que virarse para bajar nuevamente al punto de partida. Un “bastón” en toda regla de ocho millas, casi paralelo a los grandes cabos: Mola, Llamp, Andritxol…  Dadas las variables e inciertas condiciones meteorológicas, un difícil reto táctico y estratégico para todos los barcos disputando esta primera prueba de la temporada de cruceros.

Unos van y otros vienen… siempre hay alguna novedad al empezar, algún cambio, alguna cara nueva y no solo velas. Viejos conocidos también son parte del escenario de un nuevo ciclo en el que muchos barcos han cambiado de categoría debido a los nuevos cortes sugeridos por la Real Federación Española de Vela. Así pues, barcos antes “grandes” de la clase 2 han pasado a ser “pequeños” de la clase 3 y otros más “pequeños” todavía que han pasado a la clase 4, aunque la federación la defina actualmente con la letra E… Tecnicismos que no se yo a qué corresponden, pero que acaban por definir y alterar la apariencia de las regatas intercambiando competidores de una a otra clase para bien y para mal, claro está. Las clasificaciones en cada club y cada regata tendrán distintos nombres y eso hará las delicias de unos y lo contrario para otros. Nuestra clase mayor ha perdido a cinco embarcaciones en favor de la menor, así que en el primero de los casos hay menos barcos y en el segundo somos más aún. Afortunadamente para nosotros, la afición por esta regata sigue manteniendo vivas y numerosas ambas clases, aunque una de ellas quede algo mermada en comparación con la otra. Como decía… tecnicismos.

La primera salida… Koyama, Nadir V, The Italian Job III, MYC One y así hasta ocho, alineados y corriendo la línea en el último minuto, salvo Fragil V que aventuradamente desafiaba a todos los mayores saliendo por boya amurado a babor… ¡y conseguía cruzarles la proa!
La siguiente salida, la nuestra: hasta veintiocho barcos cruzando esa misma línea en una vibrante pugna en la que, cubierto a barlovento y a sotavento como estaba yo a bordo del Macarella, adelantando, frenando, orzando y cayendo a proa o a popa de este o aquel, intento recordar lo sucedido. Al llegar con buena arrancada y amurados a estribor al final de la línea durante los últimos compases de la cuenta atrás y apuntando a la Mola paralelo a ésta, el Andiria cruzaba muy ajustadamente nuestra proa amurado a babor… Este sería el primero de muchos y ajustados cruces que emocionaron: duelos de siempre, que una vez más siguen vivos; Cremise, Bulla, Tren Expresso, Fehurihi, allí están más aguerridos que nunca junto con MYC Two, Mestral Fast, S’Avenc, Banff, Margarita estálindalamar, La Sirena… por nombrar algunos recién incorporados a la clase, con los que a tenor de lo visto y aún con suertes distintas, habrá nuevas e intensas justas que lidiar.

Viento flojo, mar llana y rizada. Un  cielo que despejaba para dejar lucir un cálido sol y una magnífica y heterogénea flota. Una jornada complicada difícil de interpretar: fue toda una hazaña seguir las rachas y los roles del céfiro ciñendo ante una incipiente calma. Unos por fuera, otros por dentro, entendiendo con ello por mar o por tierra… Hoy pude comprobar que llevar una vela algo más cazada, en estas condiciones podía ayudar a mantener la velocidad del barco generando una mayor reactividad de la caña tras el envite de un soplo de aire mayor, eso que los sajones muy avezados llaman “over-trimmed”… Entenderlo es complicado, pero aplicado convenientemente, funciona.

Una lenta pero intensa empopada fue parte decisiva de esta regata en ambas clases, oteando agudamente y sin cesar hacia el horizonte más cercano y a los rivales, intentando huir de una calma que iba prosperando tras nuestra estela. Algunos quedaron atrapados cerca de tierra, encalmados y rendidos aunque por mar, tampoco parecía fácil progresar. En el intento de mantener el control entre ambos extremos, hasta doce trasluchadas pude contar, en un baile de maniobras sobre la cubierta que mi tripulación supo resolver con destreza. Fue bien, muy bien. Sólo el Mestral Fast de Morell&Manresa conseguía ganarnos; el MYC Two completaba este podio de nombres nuevos, salvo el nuestro, en un ajustado final. ¡Buen trabajo Augusto…, Dani y Gustavo!    

En la clase mayor y tras una todavía más lenta empopada, el novísimo X-Yachts Performance Koyama, de Fine Brokerage Yachts Service y patroneado por Iñaki Castañer vencía con muy poco margen al MYC One del Mediterranean Yacht Club y al The Italian Job III de Scott Beattie… Tras éstos, solamente el Fragil V de Xisco Gil aguantó con tesón el acabar la prueba ya que los demás se retiraron.

Una nueva Liguilla acaba de empezar. Dentro de un mes habrá más que contar.           Ahora, ya casi de noche, son los arreboles los que brillan entre la Mola y el faro del puerto.

Buenas noches


Luca Monzani-Mavromatty

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